lunes, 27 de agosto de 2012

Cuando el cuerpo te delata vía @Reporte_Indigo

Fuente original:
http://www.reporteindigo.com/el-wiken/el-uno-dos-tres-de/cuando-el-cuerpo-te-delata


Aprende a leer las mentiras. Las expresiones del cuerpo, sobre todo en el rostro, permiten identificar cuando alguien no dice la verdad
 
Hace unos días me llegaron con el chisme de que “alguien” en el trabajo ha dicho cosas negativas de mi despeño laboral. Estoy por entrar a una junta y sé que el susodicho hablador estará ahí.
El momento llega, el tema clave se toca: mi desempeño laboral. Tomo la palabra mientras observo de reojo el lenguaje corporal de un posible “sospechoso”. La reacción no se hace esperar; las emociones son energía en movimiento y esa energía está buscando una salida por el cuerpo del susodicho. Un gesto de culpa seguido de una micro-expresión de miedo; puedo saber que el tema le es incómodo a uno de ellos.
Analizar la comunicación no verbal (CNV) no se trata de leer la mente, sino de interpretar emociones, sentimientos o estados de ánimo y relacionarlos con información previa y en un contexto. 
Según Paul Ekman, especialista en el tema, las tres emociones más frecuentes que experimentan las personas cuando mienten u ocultan una verdad son el miedo, la culpa y el deleite.
Cedo la palabra, y cuando esta persona se dirige a mí identifico dos indicios de engaño: su lenguaje corporal es antinatural, casi mecánico, y después de darme un breve comentario sobre el punto de mi desempeño busca cambiar el tema de la conversación.
¿Adivina quién?
Puedes detectar una mentira haciendo el mismo proceso que cuando juegas una partida de mesa del clásico ¿Adivina Quién?, si intentas adivinar sin conocimientos y sin contextos seguramente te vas a equivocar. Si por el contrario jerarquizas bien tus preguntas y reúnes la información necesaria, en tres o cuatro turnos podrás deducir con gran precisión la incógnita.
En este caso supe la verdad, mi compañero Raúl fue el que habló mal de mi trabajo y lo deduje con base en su comunicación no verbal, en mi intuición, en el contexto y la historia de la relación con esta persona. 
Si bien el estudio de la comunicación no verbal retoma teorías de Charles Darwin o Sigmund Freud, esta ciencia es relativamente joven. La razón principal de este tardío interés es que las palabras se llevaban el protagonismo, algo que tiene lógica si consideramos que la capacidad del lenguaje verbal en el ser humano es única en las especies que habitan la tierra. Sin embargo, en los últimos años el interés por el lenguaje corporal, y su relación con la detección del engaño ha ganado popularidad, prestigio y reconocimiento en diferentes actividades que van desde la investigación policiaca hasta el poder indagar un ‘bluff’ en el póker.
Microexpresiones secundarias que ayudan a identificar mentiras:
— Preocupación: Dibujamos un emblema de ruego y lo llevamos hasta nuestro rostro, justo debajo de la nariz y enfrente de la boca. Se está evaluando un problema grave. Es como si quisiéramos bloquear nuestras palabras para no decir nada contraproducente
— Autocensura: Situamos la palma de la mano justo por delante de la boca, como si quisiéramos bloquear nuestras palabras. 
Incomodidad: Pareciera que la ropa que traemos nos molesta. Estiramos, por ejemplo, las mangas o movemos nuestra ropa como si nos estorbara. Es un signo de que nuestro interlocutor no está tranquilo. Es un gesto inconsciente.
— Duda o contradicción: Nos rascamos el cuello justo por detrás de la oreja. Este gesto se da cuando estamos evaluando un respuesta o enfrentamos una situación que nos cuesta trabajo resolver internamente.
— Sonrisa falsa: Su fin es camuflar, convencer al otro de que se siente una impresión positiva. Contradice la emoción interior y se caracteriza por la ausencia de arrugas en las comisuras de los ojos (patas de gallo). 
Detecta a los mentirosos
Detectar mentiras no sólo es cuestión de ver las expresiones de la cara, también se necesita un contexto y una plataforma, acá 10 recomendaciones para acertar en las detección de falsedades.
1. Busca una conversación cara a cara. Mentir por teléfono, correo o mensaje es mucho más sencillo. 
2. No interrogues directamente a la persona. En un individuo que dice la verdad o que miente se pueden presentar las mismas emociones pero por diferentes razones, si confrontas directamente a la persona terminarás por predisponer una emoción o una actitud.
3. Busca deslizar sutilmente el tema en cuestión. Suelta el tema de forma casual en una conversación.
4. Presta atención a sus actitudes ante el cuestionamiento. El interlocutor puede minimizar o devaluar la gravedad de lo sucedido. Puede racionalizar o querer controlar la situación y hasta puede atacar de forma personal al interrogador, todo con tal de esconder su mentira.
5. Presta atención a las emociones que aparecen. Las principales ya mencionadas: miedo, culpa o deleite.
6. No te precipites, sigue indagando. Se deben buscar explicaciones alternativas porque el individuo se siente de tal o cual forma antes de poder concluir que se ha encontrado evidencia de una mentira.
7. Observa el proceso cognitivo en el sospechoso.  Busca contradicciones en la historia, vacilaciones, fluctuaciones en la voz o cambios en el comportamiento que se hayan producido a raíz del tema crítico.
8. Para hacer eficiente el ejercicio de interpretación no olvides la siguiente fórmula: 
Información previa+Contexto+Comunicación verbal+Comunicación no verbal
9. ¿Has reunido la información suficiente?, puedes animarte a hacer preguntas más  directas. 
-Tengo la impresión de que hay algo que no me quieres decir ¿Estoy en lo cierto? 
-Estas un poco rar@, ¿Hay algo que me quieras contar?
-¿Me estás ocultando algo? 
Quizá al sentirse acorralado el sospechoso decida reconocer la mentira.
10. ¿Aún nada?, decide qué hacer. No todos los engaños pueden ser descubiertos y hay que saber cuándo retirarse.
Sabes que te mienten cuando…
Identifica estas tres expresiones en la cara de tu interlocutor y sabrás si te miente o no.
Miedo:
Es la más común de las expresiones en quienes mienten.
Los ojos se preparan para identificar cualquier amenaza, es por eso que ambos ojos se hacen grandes extendiéndose hacia arriba. 
Las cejas van hacia arriba y se unen en el entrecejo. 
Los párpados superiores también suben. 
Los párpados inferiores se tensan. Los labios, como en la ira, dibujan una línea horizontal pero en esta microexpresión, la boca va ligeramente abierta.
Culpa: 
Cuando las mentiras son “autorizadas” la culpa no aparece; como las de los policías encubiertos o el niño que le piden decir que “su mamá no está en casa”. Cuando las mentiras son “no autorizadas”, sucede lo contrario; cuando sentimos que estamos siendo injustos con alguien o nos arrepentimos de algo.
Inclinamos la cabeza hacia abajo y llevamos la mano desde la frente hacia la nuca (como si nos peináramos). Es común encontrar este gesto en personas con altos niveles de estrés o cansancio.
Deleite: 
Esta emoción es común en los juegos de azar o en negociones;  “me da gusto que me hayan comprado un bluff”. 
Se aprietan los labios y se estiran sus comisuras, salen patas de gallo. 
Cualquier mentiroso buscará enmascarar sus emociones, la eficiencia para hacerlo dependerá de qué tan bueno o malo es para mentir, por eso para ser un buen detector de mentiras se debe entrenar al ojo para captar pequeñas y rápidas filtraciones de energía en movimiento (microexpresiones). 
Mentiras que aligeran la vida social...
— ¡No te ves gorda!
— ¡Te ves bien!
— ¡Me gusto mucho el regalo, gracias!
— ¡Estoy enfermo! no te podré acompañar.
—  Gracias por venir, nosotros te llamamos.
— ¡Tengo novio!
— ¡Estoy saliendo de una relación muy complicada!
—  No eres tú, soy yo.
—  Se me poncho una llanta.
—  Había mucho tráfico.
—  Fue una excelente decisión jefe.
Más sobre las mentiras
Lie to me
“El Dr. Cal Lightman (Tim Roth) es el especialista en detección de mentiras más importante del mundo. Analizando las expresiones faciales y el lenguaje corporal involuntario de las personas puede leer sus sentimientos.
The Mentalist
Patrick Jane es un hombre que trabaja como médium televisivo hasta que sufre un duro golpe cuando su mujer e hija son asesinadas. A partir de entonces, Patrick decide usar sus habilidades para trabajar como detective en el Departamento de Investigación de Crímenes de California.
Libros
— “Cómo detectar mentiras: Una guía para utilizar en el trabajo la política y la pareja”, de Ekman, Paul, editorial Paidós.
— “¿Por qué mentimos? Las raíces del engaño y el inconsciente”, de David Livingstone, editorial Océano.
— “La psicología de la mentira”, de José María Martínez Selva, editorial Paidós.
 




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